martes, 4 de noviembre de 2008

UN SEGUNDO



7:40 de la mañana, vas a la escuela a dejar a tus hijos como cualquier otro día, cuantas veces has escuchado algo tan trillado como “La vida te cambia en un segundo”, efectivamente la vida puede cambiarte en un abrir y cerrar de ojos, ¿Por qué lo digo?
Por que lo acabo de vivir, gracias a la imprudencia de una “mama camioneta.” Pero que mas puedes esperar de alguien tan irresponsable que maneja sin licencia, sin póliza de seguro y con la imprudencia de cruzar una calle con preferencia de circulación, sin la menor precaución. Aunque pudo ser mas grave, afortunadamente solo salimos con esguinces en las cervicales, mi mujer y yo, y lo mas importante mis dos conciencias que solo se llevaron el susto y algunos raspones gracias al cinturón de seguridad.
Cuando has pasado por un grave suceso, o una irreparable perdida la cual te marca para toda la vida, aprendes a verla desde otra óptica, en mi caso he aprendido que las cosas pasan por algo, he aprendido a ver lo positivo, aun de la peor situación por la que estés atravesando, por que aunque no lo creas, al menos la experiencia queda, y esta vale oro. También he aprendido a vivir la vida al máximo, a disfrutar de los pequeños y grandes momentos por igual, a no esperar al mañana para decir un “te quiero”.

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