El sábado,fue un día súper especial, mi conciencia mayor se graduó como segundo pum de cinta negra en el arte marcial que practica desde hace cuatro años. El festejo estuvo en grande, y no era para menos, pues representa la culminación de una serie de esfuerzos y dedicación, de logros y sacrificios.
Después del examen nos fuimos a una palapa para que los graduados -bien merecido-convivieran con sus compañeros y amigos, la comida estuvo rica y la convivencia de lo mejor.
Ya por la noche nos reunimos en la casa de Felipe, un buen camarada, y excelente anfitrion, donde disfrutamos de unos buenos tragos, buena charla, y la música de un trío de jarochos que amenizaron la reunión, entre botanas de quesito y camarones.
El domingo y para curar cualquier vestigio alcohólico, o daño en el cuerpo, terminamos con “Doña Pelos” en la hermana republica de “Ranchital” con unos camarones enchipotlados de poca abuela.
Sin duda un buen fin de semana.
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