EL VIAJE DE LOS DIEZ AÑOS (ULTIMA PARTE)

Subimos a una formación de roca, árboles y vegetación propia de la región, conocida desde siempre como "El cerrito", y es que en verdad pareciera como un cerro en miniatura, sin embargo con altura suficiente como para darnos una vista de todo el valle, a lo lejos se veían los enormes cerros, y con cierta presunción le decía a mi hijo, hasta donde había caminado, y los nombres de esos lugares.
Acordamos todos ir a comer a un poblado que se encuentra cerca, y antes visitar la zona arqueológica que ahí se encuentra, ya por la tarde regresamos a la casa de los tíos a recoger nuestras cosas y emprender el viaje de regreso al D.F. faltaron muchas cosas por hacer, muchas personas por visitar, y eso me provocaba cierta melancolía, una fuerte lluvia se encargo de despedirnos, nos decían que hacia tiempo no llovía con esa intensidad, todos pensaron en la casualidad, pero para mi era la despedida triste de ese lugar mágico del que tantos recuerdos guardo.