Estoy hasta la madre, literalmente hasta la madre de contestar el pinche teléfono, y al mismo tiempo, pretender, procurar, tratar, aspirar, e intentar, el concluir, ultimar, y acabar el cúmulo de trabajo que tengo pendiente y todo esto en los breves dos segundos que separan una llamada de la otra.
Mas exasperante es el hecho de que los tengo que sacar a huevo, ¿Por qué? por que simplemente no quiero venir a trabajar el Domingo. estoy hastiado, atiborrado, harto, y me sorprendo a mi mismo, como a esta hora puedo ser capaz de contestar con toda amabilidad, cordialidad, atención y paciencia, y no mandarlos a todos a la chingada, o al 01 800 de información que pal pinche caso es lo mismo.
Después de estar cavilando por unos momentos –los mismos dos pinches segundos que tarda en entrar la otra llamada- me doy cuenta que esta amabilidad no obedece a otra cosa mas que a mi alto espíritu de servicio y compromiso con mi trabajo.
Nah la neta es que no me gusta que me manden a la chingada un grupo de personas molestas que gritan, exigen, demandan y reclaman.
¡¡¡¡¡Quiero mi paquete!!!!!!
jueves, 4 de diciembre de 2008
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