miércoles, 29 de octubre de 2008

LA GUERRA DEL KELL CAPITULO III

CAPITULO III

El Norman V descendió en uno de los respiraderos de las minas de Kell, la tecnología de la nave la hacían prácticamente invisible. El primer oficial Chang Ito se notaba nervioso.

-Señor estos túneles no son nada estables, en cualquier momento una de las paredes se puede venir abajo y quedaríamos sepultados, prácticamente el planeta esta hueco, por la explotación del Kell, es muy poco el material extraído y mucho el daño al planeta-
El plan era utilizar estos túneles abandonados para llegar hasta donde presumían se encontraba Isa la hija del Virrey Acnor.

Bien señores es el momento de demostrar que son lo mejor de lo mejor, la elite de cada una de sus unidades. –Grito Madeline al tiempo que comenzaba el desembarque.-

La parte operativa “El trabajo sucio” como se conocía entre los militares estaba en las manos de Madeline.

Después de ese ultimo encuentro con Rico, Madeline permaneció solo unos días mas en la granja, se despidió de Tikala y se reincorporo a su unidad, no comentaba nada de lo sucedido con nadie, sabia que las relaciones afectivas estaban prohibidas, sin embargo su corazón sabia que algún dia obtendría todas las respuestas que ahora la atormentaban, su desempeño y férrea disciplina la llevo a alcanzar posiciones en tiempos record, se había convertido en una leyenda viviente y era objeto de admiración y motivación para los reclutas de recién ingreso.
La muerte de Tikala, la anciana ama de llaves, y única habitante de la granja, hizo que pidiera licencia para dejar en orden la granja y cremar a la anciana quien no tenia parientes conocidos, mas que una ceremonia fue solo un tramite, Madeline no era la misma desde la ultima vez que había pisado la granja, su rostro no denotaba ningún gesto, ninguna emoción, esa noche descanso en su dormitorio, ya que al dia siguiente tenia que regresar a la base, hacia varios años que no soñaba, ella misma no se lo permitía, sin embargo esa noche fue diferente, la luz de la luna que entraba por el domo transparente de su dormitorio y el cielo salpicado de estrellas, se convirtieron en el marco perfecto para recordarlo, para soñarlo.
Despertó al dia siguiente un tanto desconcertada, miro hacia todos lados, reconociendo el lugar donde se encontraba, percibió un olor que inmediatamente registro su cerebro,
¡Pero como era posible si había sido solo un sueño!, sobresaltada se dio cuenta que a lado de ella se encontraba una carta, inmediatamente se puso de pie, buscando por todas las habitaciones, Rico, Rico, ese nombre golpeaba una y otra ves su cerebro.

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